Hasta el próximo 13 de septiembre, una gran retrospectiva en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid arroja luz nueva sobre la obra Francisco de Zurbarán, un gran artista de la Contrarreforma, merced a los descubrimientos de las últimas décadas.
«Zurbarán: una nueva mirada» representa un recorrido por 63 de sus obras, la mayor parte de gran formato, sobre un fondo ocre que resalta la luminosidad y el color recuperados después de largas y minuciosas restauraciones.
La reproducción de un gran grabado de Sevilla sirve de punto de arranque a esta muestra, que se compone de un recorrido cronológico por la obra de este contemporáneo y amigo de Diego Velázquez.
En este lugar, Zurbarán(1598-1664) pasó su juventud y realizó buena parte de su producción, en un taller que era como una auténtica fábrica. Pero antes de llegar a las series que hizo para monasterios, templos y conventos, sobresale una de sus obras maestras de juventud: «San Serapio».