«La Cuna de la Humanidad» es la exposición que ya se puede visitar en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares (Madrid). En esta muestra se exponen fósiles originales de animales extintos que convivieron con los homínidos; útiles en piedra y reproducciones de los cráneos y de varias partes del esqueleto de los homínidos más representativos en la línea evolutiva.
Provienen de la garganta de OlduvaiGorge (Tanzania, Africa) conocida como la Cuna de la humanidad, un territorio único por ser la región del mundo donde se encuentran representadas las etapas más importantes de la evolución humana, desde hace dos millones de años hasta hoy en día.
Esta notable exposición cuenta con varias piezas que permiten conocer mejor la evolución humana en África. Una de ellas es el Paranthropus boisei, también llamado como OH81u ‘hombre cascanueces’ debido a su potente aparato masticador.
Se trata de la primera vez que aparecen restos poscraneales asociados a este tipo de individuos. Todo un descubrimiento. Además, los resultados del estudio de los elementos dentarios del Paranthropus boisei de hace 1,34 millones de años se publicaron en la revista Plos One en diciembre de 2013.
Otros elementos de mucho interés de la exposición son los fósiles de los animales que convivieron y de los que se alimentaron con los homínidos en Tanzania. Hacee tres millones de años el Australopitecos salió de la selva a la sabana y se enfrentó a grupos de fauna muy amplios. Se trataba de animales realmente portentosos que han dejado sus pisadas, como elefantes, jirafas, gallinas de Guinea, avestruces….
Así, en la exposición «La Cuna de la Humanidad» se muestran conjuntos de fósiles pertenecientes a animales de tamaño medio, entre 120-450 kilogramos y grande, de más de 450 kilogramos, que presentan marcas de percusión, fracturas en fresco y muescas, con más de 50 piezas.
Por último, se pueden ver elementos óseos de herbívoros de tamaño medio y grande que muestran marcas de corte en su superficie, entre ellos diversas tibias distales de bóvido y équido que presentan un patrón de fracturación para la extracción de la médula ósea, con más de una docena de piezas.
Foto vía El País