El Museo Reina Sofía se vuelca con El Guernica

El Museo Reina Sofía conmemora con una notable  exposición el aniversario del Guernica, que hace 75 años fue pintado por Pablo Ruiz Picasso para recordar el terrible bombardeo de Guernica  el 26 de abril de 1937 durante la Guerra Civil española.

La exposición «Encuentros con los años 30», que podrá contemplarse del 3 de octubre al 7 de enero, estará compuesta por más de 400 obras através de un recorrido que ocupa más de 2.000 metros cuadrados.

En las dos plantas,  se podrán ver piezas provenientes de colecciones e instituciones de todo el planeta, tanto españolas como extranjeras, entre ellas el Pompidou, el MoMA, el Guggenheim Nueva York, el Metropolitan Museum o la Nationalgalerie de Berlín.


Por otro lado, además de Picasso, se podrán disfrutar con  obras de Miró, Tanguy, Moholy-Nagy, Man Ray, Max Beckmann, Delaunay, Mondrian, Kandinsky, Buñuel, Torres-García o Mario Sironi, entre muchos otros.

Esta interesante exposición se dividirá  en seis secciones que plasmarán los principales preocupaciones y problemas que marcaron la década desde el punto de vista político, estético y cultural.

Picasso comenzó a pintar esta emblemática obra  el 10 de mayo de 1937. Durante su estancia en París, conoció el bombardeo de Guernica, hehco que trastornó profundamente al pintor y a varios de sus amigos artistas.

Durante aquellos días,  el Gobierno de la República española pidió al artista malacitano que creara un mural para la Exposición Universal de 1937 en París, con la intención de llamar la atención del mundo hacia la causa republicana.

Ubicado en una de las paredes principales del pabellón parisino, obra de los arquitectos Josep Lluís Sert y Luis Lacasa, el Guernica compartió espacio con otras obras de arte, como la «Fuente de Mercurio» de Alexander Calder; «La Montserrat» de Julio González; «El campesino catalán en rebeldía» de Joan Miró o «El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella» de Alberto Sánchez Pérez.

En 1981 el Guernica vino a España procedente del Museo de Arte Moderno de Nueva York donde estaba confiado temporalmente por el propio artista. Con ello, se cumplía la voluntad del genial malacitano  de que el monumental lienzo llegará a España  una vez que ésta recuperase las libertades democráticas. En un principio, la obra fue exhibida en el Casón del Buen Retiro y años más tarde  se trasladó al Museo Reina Sofía donde sigue hoy en día.

Foto vía Nuria Valls

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