El Atazar es un pequeño pueblo ubicado en la comarca del valle bajo del Lozoya. A media ladera, con vistas al embalse de El Atazar y rodeado de montañas, El Atazar se encuentra en un confín de la carretera M-133. Su entorno es naturaleza en estado puro. Está a 65 kilómetros de Madrid.
Tiene origen El Atazar en la repoblación en el siglo XII, de un enclave vigía árabe, con pastores procedentes de Sepúlveda. En 1833, quedó integrado en la provincia de Madrid. Durante el siglo XX, muchos de sus habitantes emigraron a los núcleos industriales del entorno de Madrid. Hoy en día, el pueblo ha recobrado vitalidad gracias a que el turismo de naturaleza atrae visitantes durante los fines de semana y el verano.
La población se estructura en abanico a partir del ayuntamiento. En sus calles en cuesta sobre la ladera, abundan el verde y las flores; olivos y porches crean agradables rincones. Asimismo conserva una buena arquitectura popular serrana, con muros de lascas de piedra asentadas a seco y a estructura de madera, que le hicieron merecedor del título de Núcleo de Interés Rural.
Destacan la antigua fragua y la casa (en su día viviend y cuadra) situada en las calles Nogal e Iglesia. Las nuevas edificaciones guardan armonía con el núcleo antiguo. Entre las de uso público, sobresalen el consultorio y el ayuntamiento.
Además, hay que visitar la iglesia de Santa Catalina, en la plaza de la Constitución. Data de los siglos XVI y XVII. Es un edificio sencillo, con espadaña y dos grandes vanos para las campanas. Su interior quedó despojado de sus retablos durante la Guerra Civil Española.
Por últmo, un agradable paseo bordea la población por el norte. Junto a él se encuentra el parque de las Eras, donde se han recuperado los antiguos empedrados en los que realizaban la trilla. Constituye un soberbio mirador hacia las montañas del entorno, entre las que destacan el monte Pinilla (1,389 metros) y el monte Somosierra (1.493 metros).
Foto vía Casas Rurales