En la plaza de Jesús, se alza la Iglesia-Basílica de Jesús de Medinaceli. Se trata de de una las edificaciones religiosas más populares y conocidas de Madrid. La ferviente devoción que despierta la talla del Jesús de Medinaceli resulta espectacular.
Los franscicanos capuchinos regentan y guardan la espléndida talla sevillana del siglo XVII (del taller de Juan de Mena o de algunos de sus discípulos), así como la iglesia-basílica que la acoge que se encuentra muy cerca de la plaza de las Cortes y la fuente de Neptuno.
El templo se alza sobre el antiguo Convento de trinitarios descalzos de Nuestra Señora de la Encarnación. Es una de las tres basílicas de Madrid junto a la Basílica de Nuestra Señora de Atocha y la de San Francisco el Grande.