Navarredonda

Navarredonda cuenta junto a su aneja San Mamés una situación privilegiada bajo el vertiente sur de la sierra del Guadarrama y en un extremo del norte hermoso valle del Lozoya. Fue fundada por los árabes en el siglo XI, fue repoblada con pastores segovianos a finales del siglo XII  y hoy en día apenas supera los 150 habitantes.

Antes de llegar a la población, sorprende al viajero que viene por la carretera M-634 desde Villavieja la espléndida estampa de la iglesia de San Mamés. Su ábside románico-mudéjar es una clara muestra de la presencia musulmana en la zona. En su origen San Mamés fue una ermita aislada, que con el tiempo se convirtió en el templo más importante del entorno.

Su exterior es de mampostería y ladrillo; merece la pena detenerse en los hermosos juegos decorativos trazados en ladrillo bajo el alero del ábside. Un jardincillo, en el lado su de la iglesia, precede a la entrada que se cobija bajo un pórtico; junto a él puede verse un pequeño cementerio. Por último, unas pinturas murales modernas, de estilo neorrománico tratan de evocar la decoración interna original del templo.

Por otro lado, en Navarredonda, el ayuntamiento, las antiguas escuelas y la fuente forman un conjunto homogéneo situado en la plaza principal, realizado en la posguerra por el organismo público Regiones Devastatadas. El ejemplo del granito y los adornos de bolas herrerianas responden plenamente al estilo de la época.

Asimismo, la iglesia de San Miguel Arcángel resultó muy dañada durante la Guerra Civil; fue reconstruida en 1962 y en los últimos años se ha vuelto a remodelar. De la original sólo se conserva el ábside semicircular románico.

Finalmente, entre las muchas excursiones por el entorno de Navarrendonda tiene gran interés paisajístico la que lleva al paraje conocido como la Chorrera San Mamés. Es un salto de agua que proviene del arroyo de Pinilla, uno de los afluentes del Río Lozoya.

Foto vía Navarredonda

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