Desde que Felipe II fijara la capital de España en Madrid, allá por 1561, la ciudad ha atraído a los mayores talentos artísticos del país. Pintores, escritores, compositores y arquitectos en busca de fama y fortuna abandonaron sus pueblos y emigraron a la villa. Así, Madrid se fue convirtiendo en el centro cultural de España.
Los escritores españoles fueron los primeros en dejar su impronta en Madrid. Durante el siglo XVII, la capital fue un imán que atrajo a las más famosas pluma del país. En el barrio de las Musas, o de Huertas, Miguel de Cervantes escribió su obra maestra: El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. En las tabernas de la zona discutía con su rival Félix Lope de Vega, el más prolífico de los dramaturgos españoles.
En Huertas vivieron también otras figuras contemporánes a Cervantes y Lope como el poeta Francisco de Quevedo y Villegas, y los dramaturgos Pedro Calderón de la Barca y Tirso de Molina.
En el siglo XVIII, el madrileño Leandro Fernández de Moratín escribió su popular comedia El sí de las niñas. José Zorrilla se crió en la zona de Huertas y su tragedia romántica Don Juan Tenorio fue estrenada por primera vez en Madrid. Pero quizá sea Benito Pérez Galdós el escritor más identificado con Madrid con obras como Fortunata y Jacinta, La de Bringas y Miau.
Años más tarde, Ramón María de Valle Inclán escribió un obra cumbre del teatro español Luces de Bohemia, en la que recrea un Madrid esperpéntico y literario. También Pío Baroja retrató en varias de sus novelas el Madrid de finales de siglo XIX.
Ya en el siglo XX, Ferderico García Lorca frecuentó la Residencia de Estudiantes, lugar de reunión de la generación literaria del 27; en Madrid, el poeta y dramaturgo halló inspiración y teatros donde representar su obra. Por otro lado, Ernest Hemingway ambientó Por quién doblan las campanas en el frente republicano apostado en la sierra de Guadarrama durante la Guerra Civil.
Por último, hay que destacar a Camilo José Cela con su obra La Colmena, en la que describe la dureza de la vida diaria en el Madrid de la posguerra. Madrid sigue siendo lugar de inspiración para los escritores hoy en día.
Foto vía Islas Canarias