La Comunidad de Madrid ha presentado la ‘Ruta de la Guerra Civil’ o ‘Frente del Agua’, un interesante recorrido histórico, cultural y medioambiental ubicado en la Sierra de Guadarrama, donde se han recuperado y restaurado 25 construcciones militares, entre fortines, búnkeres y nidos de ametralladora de ambos bandos durante la Guerra Civil, que componen la mayor concentración de este tipo de estructuras conservadas en la Comunidad de Madrid.
En el término municipal de Puentes Viejas, y en concreto en la localidad de Paredes de Buitrago, esta ruta circular de 9 kilómetros parte. Se puede recorrer a pie o en bicicleta. Discurre por un bosque que durante la Guerra Civil española no era más que una colina conocida como ‘Cerro Pelado’.
Es una iniciativa con la que se busca fomentar el turismo de calidad vinculadoal conocimiento de los valores históricos, patrimoniales y paisajísticos de la zona, donde se encuentran integrados estos vestigios militares. Así, el recorrido ofrece una alternativa turística y cultural muy completa» para visitar en cualquier época del año.
Estas estructuras se levantaron entre 1937 y 1938 con el fin de dominar el agua que abastecía a Madrid a través de la conquista del pantano de Puentes Viejas, y así, hacerse con el control de la capital de España. Este fue un momento clave en el desarrolo de la guerra. Así, tanto nacionales como republicanos llevaron a cabo importantes trabajos de fortificación en esta zona de la sierra madrileña.
Al final, las milicias republicanas lograron impedir la conquista del pantano tras un largo combate. Así , la colina conocida como ‘Cerro Pelado’ quedó dividida entre los dos bandos, la cara sur o ‘Loma Quemada’, de los republicanos, y la cara norte o ‘Loma Verde’, de los nacionales. Ambos lugares se fortificaron y junto con todo el sector de Somosierra se convirtieron en un «frente dormido» hasta la conclusión de la Guerra Civil en abril de 1939.
Por lo tanto, este frente conserva vestigios de enorme relevancia como observatorios blindados, fortines tipo blockhaus y cruciformes, paramentos y nidos de ametralladoras, o miradores fortificados y trincheras. Entre las estructuras sobresale un puesto de mando franquista, que se ha conservado en muy buen esado y en el que todavía se puede leer el nombre de la unidad que sostenía el frente en aquel sector.
Fot0 vía Castillos de Madrid