El Parque Juan Carlos I se encuentra al nordeste de Madrid, en el distrito de Barajas, en la zona del Campo de las Naciones. Se trata de un parque público que abre hasta las 23.00 horas en invierno y hasta las 24.00 horas en verano. Mide más de 160 hectáreas lo que le convierten en el segundo parque más grande de la capital por delante del Retiro y sólo superado por la Casa de Campo.
El Parque Juan Carlos I fue inaugurado en 1992 sobre lo que constituía uno de los vertederos incontrolados más importantes de Madrid y un deteriorado olivar. Dispone de un lago, un auditorio al libre, 19 esculturas abstractas y varias sendas para montar en bicileta o correr, diversos puentes de acero y hormigón, farolas modelo lapicero y jardines de cipreses o tilos.
Durante los fines de semana es muy visitado. A diario, se transforma en un remanso de paz y tranquilidad donde uno puede contemplar de cerca la llegada de aviones al aeoropuerto de Barajas; conquistar a tu pareja; montar en bicicleta; pescar en el lago; o pasear relajadamente.
Estructurado como un anillo distribuidor que toma la forma física de paseos concéntricos atravesado por un bulevar de 40 metros de anchura, su vegetación y pavimiento cambian de color simbolizando las cuatro estaciones.
Un canal, un estanque y una ría de 1.900 metros de longitud que divide el parque en dos grandes zonas, ponen el toque acuático a un espacio verde que se puede recorrer navegando en catamarán o en un tren.
Como colofón a la visita se tiene que contemplar una de las vistas de la ciudad más impresionantes, escalando un poco hacia la cima de una de las pirámides del fondo del parque, construidas con el material procedente de las excavaciones llevadas a cabo durante la construcción de este espacio. Conforman uno de los puntos más elevados de Madrid y lo ideal es asomarse a esa colina artificial cuando el sol se oculta y quedarse relajado viendo como desaparece entre los edificios de cristal.
Foto vía Aldonza Torrejón