Me gusta eso de tener un trocito de Egipto en Madrid. Un recuerdo milenario, que se embellece mucho más por los magníficos atardeceres que se viven desde el Templo de Debod. Cada tarde son muchos los turistas y lugareños que se acercan hasta aquí, atraídos por la costumbre, o por el relato de amigos, guías de viajes y demás.
Pero, ¿cómo que tenemos un antiguo templo egipcio en pleno corazón de Madrid?. Pues tuvo su origen en 1968, cuando Egipto le regaló a España, pieza a pieza, este templo, en agradecimiento por la ayuda recibida para salvar los templos de Nubia, como el de Abu Simbel, en peligro de desaparición al construirse la presa de Asuán.
Hoy podemos ver este templo de más de 2.200 años, enclavado en el Cuartel de la Montaña de Madrid. Su nombre le viene de estar dedicado a Amón de Debod y a Isis. Llegó a España, pieza a pieza, en 1970. Desembarcó en el puerto de Valencia, y desde allí se trasladó en camión hasta la capital de España.