En el Madrid más castizo y popular, se halla la calle Mesón de Paredes, en pleno barrio de Lavapiés. Esta calle debe su nombre al mesón que inauguró Simón Miguel de Paredes en 1830, taberna que todavía se encuentra en dicha vía.
En la confluencia con la calle Sombrerete, se alza La Corrala. Representa el paradigma de esta peculiar vivienda madrileña. Sin duda, estamos ante unos de los rincones más tradicionales y auténticos de Madrid.