A día de hoy, no menos de siete parejas de halcones peregrinos de origen silvestre están criando en los edificios del centro de la capital de España. A la colonia de halcones urbanos madrileños se añadió en el año 2014 una hembra muy especial, ya que es un ejemplar anillado por SEO/BirdLife en el 2011, cuando vio la luz en Madrid. Se trata del primer caso contrastado de un pollo nacido en esa ciudad que vuelve al mismo sito para criar.
Ello supone que es el halcón más castizo, madrileño, capitalino que se ha conocido. Hasta ahora solamente se habían observado merced a la lectura de las anillas que portan individuos marcados de otros dos grandes núcleos de cría: el denominado Sierra, ubicado a lo largo de la Sierra de Guadarrama, y Campiña, situado a lo largo de los cortados fluviales de los ríos Henares, Jarama, Tajuña y Tajo.