En el cruce de las calles de Eduardo Dato y Santa Engracia, la plaza de Chamberí da nombre a unos de los barrios más castizos y genuinos de Madrid. Este barrio nació en el inicio de siglo XIX en los extramuros de la cerca de Felipe IV, donde levantaron sus casas quienes no podían pagar un alquiler en la ciudad.
Se cuenta que durante la Guerra de la Independecia, las tropas napoleónicas instalaron un campamento militar con el nombre de Chambery en los terrenos de la actual plaza de Chamberí.