Cuando pensamos en un centro comercial nos viene a la mente un espacio de grandes dimensiones repleto de tiendas. Pensamos que es un lugar ideal donde pasar una tarde de sábado y aprovechar para comprar o merendar, pero lo que no sabemos es que también podemos hacer sorprendentes actividades como cursos de cocina o talleres de pinturas.
Hasta hace un par de años, los centros comerciales se conformaban con vender ropa y otros artículos. Sin embargo, con el perfil cambiante del usuario de este tipo de centros, que se vuelve cada vez más exigente, ahora nos ofrecen un amplio cartel de actividades.