La Comunidad de Madrid nos depara grandes sorpresas. En Madrid, uno puede hacer muchas rutas preciosas. Existen bastantes zonas verdes, montañas, parques, pinares, bosques y espacios verdes de todo tipo. Entre ellas, destacan los pinares de Valdemaqueda. Os invito a realizar una ruta por este magnífico lugar de Madrid.
Los pinares de Valdemaqueda es uno de los más antiguos tesoros forestales de la Comunidad de Madrid. Partimos desde la A-5 en busca de la m-501, conocida popularmente como la carretera de los pantanos. Hay que dejar a la izquierda la interesante localidad de Navas del Rey, punto en que la carretera se adentra en una garganta no muy pronunciada hasta alcanzar Pelayos de la Presa y el embalse de San Juan.
Justo antes de llegar a Pelayos se encuentran las ruinas del monasterio Cisterciense de los Bernardos, del siglo XII y poco después, San Martín de Valdeiglesias, localidad presidida por el castillo de la Coracera, del siglo XV.
Desde San Martín, a unos cuatro kilómetros por la N-403, giramos a la izquierda en busca de los famosos Toros de Guisando. En esta lugar juró como reina de Castilla Isabel la Católica. En la ladera de la montaña se encuentran los restos del monasterio fundado hace más de 600 años por la Orden Jerónima. Continuando hacia el Tiemblo, ya en la provincia de Avila, sale a nuestro paso, una vez atravesado el pueblo, el embalse del Burguillo, desde cuya presa las vistas al atardecer merecen una parada.
Ya de vuelta por la M-501 llegamos a Chapinería y giramos a la izquierda, tomando la M-512 camino de Colmenar del Arroyo. El objetivo es sumergirnos en una zona de frondosos pinares, montes y praderas que se extiende hasta Cebreros y que sólo es interrrumpida por las antenas del Centro Espacial del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
Finalmente, giramos a la derecha en el cruce hacia Robledo de Chavela, desde donde alcanzamos Valdemaqueda por la M-537 para terminar esta interesante ruta madrileña.
Foto vía Rutas del mundo