Fiestas en Madrid

Una gran tradición pesa sobre las celebraciones madrileñas. Como en cualquier otra ciudad española, son las religiosas las más numerosas, pero es la del 2 de mayo la que sirve de fiesta para toda la Comunidad de Madrid. Desde 1985, se conmemora oficialmente el levantamiento del pueblo español contra las tropas de Napoleón durante la Guerra de Independencia en 1808.

Estos acontecimientos quedan materializados en el barrio de Malasaña, en honor a una de las heroínas, en su plaza del Dos de Mayo, presidida por la estatua dedicada a los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde, y en el obelisco de la plaza de la Lealtad, obra de Esteban de Agreda.

Las celebraciones se suceden por toda la ciudad, pero es en las verbenas de Malasaña donde realmente podremos captar el sabor y la autenticidad de un pueblo orgullo e irreductible como el madrileño durante la Guerra de la Independencia.

Alrededor de esta fiesta, pues, se encuentran las religiosas. Pero si realmente queréis disfrutar de los organilleros, los mantones de Manila, los barquilleros y de los chotis de los chulos y las chulapas debéis acudir a las celebraciones de San Isidro (15 de mayo), San Antonio de La Florida (13 de junio), La Paloma (15 de agosto) y La Almudena (9 de noviembre).

En San Isidro, patrón de Madrid, conviene acudir a Las Vistillas, a la Pradera del Santo o recorrer el centro urbano. En San Antonio, veréis a las «modistillas» (o solteras) por la verbena con sus manos cargadas de los trece alfileres preceptivos par pedir el » milagro» del casamiento.

En agosto, las inmediaciones de la parroquia de La Paloma se convierten en uan auténtica escuela de chotis. Además, habrá limonada, fritanga y churros hasta el amanecer. Ya en noviembre, la patrona oficial de la Villa, La Almudena, se convertirá en un icono de fiesta.

Otros días señalados, aunque más locales, son los que celebran las Vírgenes del Carmen, del Puerto o de Atocha.  San Lorenzo, San Cayetano, San Blas, San Antón y San Eugenio son otros de los referentes festivos de la ciudad.

Por último, el fervor religioso tiene su máxima expresión durante la Semana Santa. Los pasos del Cristo de Medinaceli, Jesús Nazareno el Pobre, Jesús del Gran Poder o Nuestra Señora de la Esperanza Macarena no tienen nada que envidiar a otras localidades españolas.

Foto vía Congregación de San Isidro

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