Buitrago del Lozoya es un pequeño y bello pueblo de la Sierra Norte de Madrid, situado a 75 kilómetros de la capital. Se alza en lo alto de un risco en uno de los meandros que describe el río Lozoya a los pies de las Sierras de guadarrama, Somosierra y del Rincón.
Las bella estampa de su recinto amurallado etá potenciada por las aguas del Lozoya, que ciñen la población situada entre los embalses de Puentes Viejas y Riosequillo. Entre su oferta turística sobresalen su recinto amurallado, el Museo Picasso, los restos de su alcázar, la iglesia de Santa María y la Casa del Bosque.
La gran joya del patrimonio histórico de Buitrago del Lozoya es su recinto amurallado. Es el único pueblo madrileño que conserva totalmente su antiguo recinto amurallado. Su recinto defensivo es de origen árabe. Se erigió en el siglo XI, si bien fue restaurado varias veces durante los siguientes cuatro siglos.
Este recinto amurallado o también conocido como la ciudadela de Buitrago es Monumento Nacional desde 1931. Se puede recorrer la mayoría de los 800 metros de su perímetro y disfrutar de paseos de ronda, como el de la Coracha, donde la defensa se adentra en el río. También llama la atención el paseo de la Barbacana, camino comprendido entre la muralla alta y la exterior, con el puente medieval del Arrabal a la vista. En el interior del recinto se halla el castillo de los Mendoza que hoy en día se usa para actividades teatrales y conciertos.
El otro gran icono de Buitrago es su Alcázar. Apenas quedan restos del mismo pues fue destruido durante un incendio en el siglo XIV. Se mantienen en pie las cinco torres mudéjares así como los diferentes accesos, entre los que destaca la llamada Torre del Reloj. La plaza de armas se usa como coso taurino durante las fiestas patronales.
Además, en Buitrago debemos visitar el Museo Picasso que expone obras y recuerdos de Picasso que Eugenio Arias, amigo personal y barbero del genial pintor durante su exilio en Francia, donó a su pueblo natal; la Iglesia de Santa María (siglo XI) con una portada principal de estilo hispano-flamenco y la torre mudéjar; y la Casa del Bosque, casa de campo para disfrute de los Duques del Infantado en el siglo XVII.
Foto vía Libro de Arena